Dos carreras, una profesión.

Siguiendo en cierta manera el post publicado por Pablo Fuertes hace dos días, me gustaría hablar sobre cómo, en los países nórdicos, la arquitectura está dividida en diferentes sectores. Pero no por la rama elegida en la carrera; sino que las carreras, desde el principio, son diferentes.

Skidome Denmark by Cebra06

En Dinamarca, la carrera de arquitectura que cursamos en nuestra península está dividida en dos distintas, siendo una para el diseño de la arquitectura y la otra para la construcción. ¿Qué significa exactamente esto?. Pues es tan sencillo como saber que durante el resto de tus años en la profesión te dedicarás a diseñar o a llevar a cabo la ejecución de lo que otros has proyectado.

Suena un poco triste la verdad. Siempre pensamos que el logro completo al que puede llegar un arquitecto con su obra es comenzarla desde el principio y seguirla hasta su finalización, dando lugar a ese vínculo entre obra y arquitecto.

Pero ojo, no nos engañemos. No son todo desventajas el hecho de separar estas dos vertientes de la arquitectura. Es verdad que resulta más lógico y necesario tener conocimientos constructivos para el diseño de un nuevo edificio, pero que esto mismo no nos aleje de audaces ideas que llegaríamos a tener si la tan odiada gravedad no existiera. ¿Quién no queda fascinado ante los proyectos que se realizan en elementos de composición, o en la primera asignatura de proyectos cuando no te exigen más que el diseño del propio edificio?. Puede que el hecho de saber sobre estructuras o sobre construcción nos lleve a no soltarnos tanto como en ocasiones necesitamos, reprimiendo de esta manera, quizás, nuestra mejor arquitectura.

Herstedlund, Fælleshus - Dorte Mandrup Arkitekter

En estos países del norte, los arquitectos deslumbran cada vez más a todo el mundo por esas locas ideas que les están llevando a la cima de la arquitectura contemporánea, y puede que sea porque aunque no existe una continuidad de un autor en la misma obra, consiguen una compenetración en el trabajo más que envidiable.

opera oslo

El otro día, uno de los arquitectos constructivos de mi estudio me comento que da igual lo que yo diseñara, que él lo podría llegar a construir (era una conversación sobre los presupuestos de los edificios, casual), y en ese momento pensé que si tuviese razón, seguramente cambiaríamos la forma que tenemos de trabajar y estudiaríamos nuevas posibilidades, nuevas formas de proyectar que podrían acercarnos a una nueva era en la que cambiamos la forma de hacer las cosas.

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En definitiva, defiendo la forma en la que me han educado, y sigo pensando que es la correcta para un arquitecto. Pero que las barreras económicas, estructurales o constructivas no nos limite a la hora de proyectar, porque como estoy aprendiendo aquí, todo es posible.

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